El viernes 28 de abril a las 4:00 p.m. en la sala latinoamericana de la Biblioteca Nacional se va a presentar RAICES 06. Todos están invitados a participar en esta actividad. El Instituto Superior Bonó también está presente con su stand en la Fería del Libro, donde se pueden adquirir admás de RAICES y ESTUDIOS SOCIALES, también las publicaciones de PENSAMIENTO y VIDA y muchas otras publicaciones del Instituto y del CENTRO BONÓ.

He aquí el editorial de RAICES 06

 “¡Cómo quisiera encontrar las palabras para alen­tar una etapa evangelizadora más fervorosa, ale­gre, generosa, audaz, llena de amor hasta el fin y de vida contagiosa! —escribe el papa Francisco en Evangelii gaudium—. “Pero sé que ninguna motivación será suficiente si no arde en los corazones el fuego del Espíritu.” (EG 261).

Muchas veces el papa ha insistido en que la Iglesia no debe replegarse sobre sí misma, que tiene que ser una Iglesia en salida:

Si algo debe in­quietarnos santamente y preocupar nuestra con­ciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida. (EG 49).

Los Hechos de los Apóstoles terminan diciendo que san Pablo anunciaba el Evangelio sin estorbo alguno y con toda parresía (He 28,31; cf. EG 259). Imposible encontrar un equivalente a esta palabra, pero las traducciones se mueven entre: audacia, valentía, libertad, confianza, seguridad y alegría. Es la actitud que brota del amor que hace imposible callar y que apremia a evangelizar (Cf. 2 Cor 5,14).

La parresía —como don del Espíritu— caracteriza a misioneros, evangelizadores, testigos y mártires: ¡es la fuerza que hacía hablar a Pedro y a Pablo en Roma, a Francisco Javier en la India, a Antonio Montesino en Santo Domingo y a Oscar Romero en San Salvador!

El día de Pentecostés nace la Iglesia anunciando en todas las lenguas la alegría de la resurrección de Cristo Jesús. Se vence el miedo y se forma la primera comunidad:

…estaban todos unidos y poseían todo en común… A diario acudían fielmente e íntimamente unidos al templo; en sus casas partían el pan, compartían la comida con alegría y sencillez sincera. Alababan a Dios y todo el mundo los estimaba (He 2,46s).

Pidamos el don de ser Evangelizadores con Espíritu “para anunciar la novedad del Evangelio con audacia (parresía), en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente”, “con un renovado impulso misionero” (cf. EG 259-283).

Este número de la revista RAÍCES se dedica a la misión, tema fundamental del ser de la Iglesia:

La misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme. Yo «soy una misión» en esta tierra, y para eso estoy en este mundo. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar. (EG 273).

Enfocamos el tema de la misión desde diferentes ángulos:

La interculturalidad constituye un nuevo paradigma en nuestro mundo posmoderno, plural y multiétnico. Jit Manuel Castillo nos explica cómo este paradigma debe guiar la evangelización de hoy. El medio por excelencia de la interculturalidad es el diálogo; y uno de los ejemplos más hermosos de una evangelización en un diálogo intercultural lo muestra san Juan en el encuentro de Jesús con la mujer samaritana.

Nadie se envía a sí mismo. Dios ha enviado a los grandes del Antiguo Testamento, envió a su Hijo único en la plenitud de los tiempos y nos envía a nosotros hoy. Ramón Aníbal Echavarría nos describe la misión eclesial en perspectiva bíblica en seis pasos que abarcan al que envía y al enviado, exigencias, contenido, modo y desafíos de la misión.

Los críticos de la religión han visto en la fe en Dios una traición al mundo. Martin Lenk destaca, por el contrario, que la razón de ser de la misión es el amor al mundo. Es este mismo amor al mundo que debe penetrar y dar forma a la acción misionera de todos los bautizados.

Los obispos dominicanos han dedicado su reciente mensaje del 27 de febrero a los Adolescentes y jóvenes en la realidad dominicana. Cristian Peralta comparte desde su experiencia algunos rasgos fundamentales de cómo realizar la misión de acompañar a los jóvenes en el mundo de hoy.

Lo que hace creíble la misión de la Iglesia es la caridad y el papa Francisco invita constantemente a demostrarla a través de la misericordia. ¿Cómo se podría creer el Evangelio si no se atiende a los que tienen hambre? (cf. St 2; Mt 25,31-46). Manuel Antonio García nos presenta un estudio sobre la caridad en la historia de la Iglesia. Vemos cómo la respuesta caritativa de la Iglesia ha ido variando de acuerdo a las situaciones históricas y sociales, hasta llegar al momento presente.

Antonio Lluberes completa en este número el artículo iniciado en RAÍCES 05 sobre La Iglesia y Trujillo. “Benefactor de la Iglesia”. Su estudio histórico nos ilumina cómo la Iglesia vivió su misión hacia el final de la dictadura, una tarea que exigió una audacia especial.

Cambiamos de género literario y presentamos el cuento de Ruth Herrera, El niño y el limpiabotas. A su manera y sin proponérselo, el cuento ilustra la verdad del Evangelio de que hay que ser como un niño para entrar al Reino.

Concluimos con la reseña de Manuel de Jesús Romero del libro del P. Jit Manuel Castillo, La interculturalidad, un nuevo paradigma de evangelización para un mundo postmoderno, plural y multiétnico.

La misión de la Iglesia tiene múltiples facetas, de las cuales solo hemos tratado algunas. Ya vimos que no se puede anunciar el Evangelio sin vivir la caridad, pero tampoco se puede vivir la caridad sin defender la justicia. Al tema de la justicia, pues, se dedicará el próximo número de RAÍCES.