La postura de la Iglesia con respecto a la esclavitud en Haití fue uno de los temas que el Padre Kawas trató el jueves 22 en una conferencia en el Instituto Superior Bonó. Dentro del marco de la Semana Bonó el conocido sociólogo e historiador, director del CERFAS, un centro de investigación y acción social de la Compañía de Jesús en Puerto Príncipe, Haití, abordó diferentes temas centrales de la historia de la Iglesia en Haití.

El P. Kawas se dedicó especialmente al estudio de la pastoral de los jesuitas en el norte de la colonia francesa. Desde inicios del siglo 18 la prefectura apostólica en el norte del país fue confiada a los jesuitas. Varios de ellos aprendieron las lenguas de África, especialmente el fon, para poder estar más cerca de los esclavos. El esfuerzo de enseñar a los esclavos leer y escribir fue fuertemente criticado por los colonos. La expulsión de la Compañía de Jesús de la parte francesa de la isla en el 1763 -entre otros argumentos- fue justificado con su apoyo y dedicación a los esclavos,  una labor pastoral que se había establecido como la «cura de negros». Así a la hora de la revolución haitiana al fin del siglo 18 una mayoría de los sacerdotes en el norte apoyaba los derechos de los esclavos. El P. Kawas destacó que este hecho es muchas veces silenciado por historiadores civiles.

En la historia de la Iglesia de Haití hasta el día de hoy se pueden distinguir dos tendencias. Una más ligada al nacionalismo haitiano que ve muy crítico que a través del concordato de la Santa Sede con Haití del 1860 la educación fue entregado fundamentalmente a sacerdotes franceses. Otra tendencia más liberal apoyaba más el trabajo de los misioneros.

Hay una historia dolorosa de la persecución del vudú, una persecución que se realizó con la ayuda del estado y del ejercito. Desde la tradición de la ilustración se veía en el vudú solo el atraso y el principal impedimento del progreso social y económico del país. Después del concilio Vaticano II se aprendió a reconocer también los valores culturales del vudú. Hoy hace falta un estudio más diferenciada que sepa distinguir sus valores y debilidades.

Poco después del Vaticano II el dictador Francois Duvalier expulsó de nuevo los jesuitas del país, que solo después de la caída de la dictadura de Jean-Claude Duvalier pudieron regresar.

El número de los católicos en Haití en los últimos años ha decrecido bastante. Actualmente aproximadamente la mitad de los haitianos se declara católico. Así la Iglesia tiene nuevos retos a enfrentar en su misión en Haití para anunciar la alegría del evangelio en el presente.